Los que me seguís por Facebook o por Instagram, sabéis que llevaba unas semanas peleando con los Bundt cakes.
Yo creo que casi todos habréis oído hablar de los Bundt (pronunciado «Bunt», sin la d). Son unos maravillosos bizcochos en forma de anillo y horneados en un molde especial del que han tomado su nombre. Parece ser que los orígenes de estos espectaculares bizcochos se encuentran en Austria, Hungría y Alemania y en el Kugelhopf alemán.
Los moldes de aluminio tipo bundt tal y como los conocemos fueron registrados por David Dalquist, fundador de Nordic Ware, en 1950, para dar respuesta a un grupo de mujeres judías de la Hadassah Society de Minneapolis, Minnesota, que querían seguir horneando en EEUU los espectaculares bizcochos que tanto les recordaban su niñez en Europa.
Y dicho ésto, que no es que yo lo supiera, es que lo he buscado por «interñé», vamos a lo nuestro.
Me ha costado 4 intentonas conseguir esta maravilla, es más cinco, porque aunque las fotos que acompañan este post son del cuarto y exitoso intento, la receta que os propongo corresponde a una quinto y delicioso bundt.
Para los que estáis «verdes» en el tema bundt, nada mejor que mandaros a un blog con solera y fundamento, El rincón de Bea. Primero porque nadie mejor que Bea Roque para explicar los entresijos de los bundt cakes y segundo por la variedad de ideas y de recetas que vais a encontrar en su blog.
Mi primera intentona fue con un molde más económico que los de Nordic Ware y una receta de chocolate de Bea, pero el muy puñetero se negó a desmoldarse con facilidad y tuve trozos de bundt para toda una semana.
No me rendí, no suelo hacerlo. Le pedí un molde original, de los de 50 eurazos, a una buena amiga. Cambié de receta, fui cuidadosa en la elaboración, lo embadurné bien de aceite con un pincel, respeté los tiempos de horneado sugeridos… y nada!!!! El puñetero se me seguía resistiendo.
Desesperada, como Marta Sánchez en aquella canción de «Olé Olé» de los 90′, llamé a la dueña del molde, mi querida amiga Lupe, que ya tenía experiencia en este tipo de bizcochos, y la invité a pasar una tarde fantástica horneando bundt cakes, jajajajaja!!!
Pesamos, medimos, integramos los ingredientes escrupulosamente, rezamos, horneamos y desmoldamos el bundt…¿he dicho desmoldamos? Pues miento vilmente, porque lo que hicimos fue pasar una tarde divertidísima y destrozarlo al intentar desmoldar el tercer intento de bundt.
¿Qué no os lo creéis? Mirad, su mano y la mía peleándose por los pedazos del endiablado y delicioso bizcochuelo.
Ahora me río, pero reconozco que el cabreo iba en aumento y me desahogué en Facebook, pero bien!!! Y ahí entráis en la historia vosotros, mis seguidores, mis amigos, mis paños de lágrimas «reposteriles», que os volcasteis en darme consejos, experiencias, recetas y hasta vídeos, como el ya famoso video de Erika con su «golpe de la muerte» (vaya viaje que le mete a los bundts para desmoldarlos… así no se le resiste ni uno!!!!)
Con el cabreo agarrado al cuerpo, desperté al día siguiente después de leerme y releerme todos y cada uno de los consejos que me llegaron, con el ánimo de conseguirlo o de tirar ese molde por la ventana y con él mis esperanzas de adornar mi blog con un precioso bundt.
Repetí la misma receta que había hecho con Lupe, el Orange & Chocolate marble bundt cake pero sin el chocolate y usé el spray Bake Easy de Wilton para embadurnar bien el molde y facilitar el desmoldado.
Y lo que creo que definitivamente funcionó en MI horno, fue alargar el tiempo de horneado 10 minutos más, en vez de los 55 minutos sugeridos en la receta a unos 170º, horneé a 180º, 65 minutos exactamente. Además practiqué la técnica del «golpe de la muerte» de Erika, que no es otra cosa que proporcionarle un golpetazo al molde contra la encimera de la cocina nada más sacar el Bundt del horno (peligrando la integridad física de la encimera, jajajajajaja!!)
Lo dejé reposar los 10 minutos de rigor, le dí la vuelta y…TACHÁAAAAAN!!!!!
Habemus Bundt!!!!!!
No tengo foto del momentazo, pero el grito que pegué al ver cómo salía con total facilidad del molde los debieron oír hasta los de Nordic Ware.
Las aristas definidas y perfectamente formadas, el dibujo del maravilloso molde «Heritage» completamente plasmado…una maravilla, de verdad!!
Así que ya veis el trabajo que cuesta a veces sacar una receta y unas fotos bonitas, mucho esfuerzo, mucha cabezonería, montones de cacharros por fregar, ganas e ilusión por traeros hasta aquí cosas bonitas y una factura de la luz que ni la del alumbrado de la Feria de Abril de Sevilla.
Después de ésto, y como comprenderéis adoro por fin los bundt cakes.
BUNDT CAKE DE NARANJA Y NUECES (basado en la receta de El rincón de Bea)
- 250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
- 300 gr. azúcar
- 4 huevos
- 315 gr. harina tamizada
- 2 tsp de polvo de hornear (tipo Royal)
- Una puntita de sal
- 160 ml. leche a temperatura ambiente
- ralladura de una naranja pequeña
- unas gotitas de extracto de naranja
- 75 gr. de nueces picaditas no muy pequeñas ( yo las he majado en el mortero)
- 1/4 tsp de jengibre en polvo
Lo que he hecho es basarme en la proporción de los ingredientes básicos del bundt (huevos, harina, azúcar y mantequilla) y añadir la naranja, el jengibre y las nueces que me chiflan, obviando el chocolate de la receta original de Bea.
El resultado es un bundt cake sabroso y aromático con el toque del cítrico de la naranja y ese punto picante del jengibre, nada seco, intenso, delicioso.
Si queréis rematarlo, podéis espolvorearlo con azúcar glass o decorarlo con un glaseado sencillo de naranja hecho con glass, un poquito de leche ( la echo a ojo) y unas gotitas de extracto de naranja.
Espero que disfrutéis de la receta tanto como lo he hecho yo haciéndola, y que estas mañanas de Navidad lo compartáis con los vuestros y os acordéis un poquito de mí.
FELICES FIESTAS A TODOS!!!!!!
Belén.