Cómo elegir el mejor molde para bizcochos
La gran variedad de moldes para bizcochos que pueden encontrarse en el mercado pueden desorientar a cualquier al momento de elegir cuál es el ideal para preparar los mejores bizcochos. Si bien puede parecer una decisión que no influye demasiado en la elaboración de las recetas, la elección de uno u otro molde puede significar lograr o no los resultados esperados.
Esto es fundamental si la tarta que se está realizando es para un evento especial en el cual es necesario que tenga determinada altura o que no tenga ningún tipo de imperfección.
¿Qué se debe tener en cuenta para elegir el mejor molde para bizcochos?
Material
Puede significar la diferencia entre un buen bizcocho o el fracaso absoluto. Los diferentes materiales que existen en la fabricación de los moldes determinan el tiempo de coccción y el tipo de preparación para lo cual se deben utilizar, por lo que es necesario conocer los tipo de materiales que hay para elegir el que mejor se adapte a las necesidades de cada uno.
Aluminio:
Son los moldes más populares y utilizados más que nada porque son económicos. El aluminio es un excelente conductor del calor y se calienta rápidamente por lo que se obtienen preparaciones con una cocción uniforme. Dentro de los moldes de aluminio hay dos opciones aquellos de colores oscuros y los grises plateados claros La diferencia entre ambos es que los colores oscuros concentran más el calor y lo conducen de manera más eficiente, por lo que hay que disminuir la temperatura del horno si se utilizan moldes de este color para evitar que se queme el fondo de la tarta.
Hierro fundido esmaltado:
Es uno de los preferidos para hornear preparaciones porque distribuye el calor de manera uniforme. La superficie de este tipo de molde permite que no sea necesario que se agregue grasa o mantequilla en cantidad para evitar que la preparación se pegue solamente un poco es suficiente para lograr desmoldar de manera fácil. Es el molde para bizcochos ideal si tiene frutas o tipo brownie porque la cocción es muy rápida. Su costo sin embargo es más elevado que el resto de los moldes pero sus resultados son excelentes.
Silicona:
Este tipo de moldes se están haciendo cada vez más populares porque son cada vez más personas las que deciden utilizarlos, principalmente por la facilidad que tienen para desmoldar las preparaciones. Para la preparación de bizcochos solamente se debe utilizar un poco de grasa. Son muy versátiles porque pueden utilizarse en el horno, microondas, heladera o congeladora. Se debe verificar hasta qué temperatura soportan porque los modelos tienen diferentes grados de silicona. Es mejor elegir aquellos que están hechos 100% en silicona. No conducen tan bien el calor pero esto se puede solucionar aumentando el tiempo de cocción. Son demasiados flexibles y se calientan mucho por lo que hay que tener mucha precaución al momento de trabajar con ellos.
Cerámica y porcelana:
Al igual que el hierro esmaltado, este tipo de moldes difunden muy bien el calor y son muy resistentes. No es recomendable para preparaciones de tartas crujientes porque no se logrará la textura deseada. Se utilizar gran cantidad de grasa o un papel de hornear porque las preparaciones pueden quedar pegadas al molde. Sin embargo una ventaja de este tipo de moldes es que pueden utilizarse para llevar el bizcocho a la mesa porque se trata de moldes muy vistosos y elegantes.
Vidrio:
No son recomendables para bizcochos porque el vidrio no conduce el calor por lo que la cocción es desigual y lenta. Son utilizados para preparaciones que requieran muy poca cocción. Son utilizados por lo general para llevar las preparaciones directamente a la mesa y porque no conservan los olores.
Estaño:
No son muy conocidos pero son excelentes para hornear bizcochos porque conducen el calor de manera uniforme y por su larga durabilidad. También tienen la ventaja de ser antiadherentes y soportar altas temperaturas. Son ideales para preparaciones que necesiten mucho tiempo de cocción.
Tamaño
El tamaño de los moldes es otra característica a tener en cuenta porque los tiempos de horneado y el tipo de preparación son diferentes de acuerdo al tamaño.
¿Qué se debe tener en cuenta?
- Es fundamental que la preparación no llene el molde completamente porque durante el horneado el bizcocho puede rebasar el mismo y además la cocción no será uniforme.
- El tamaño ideal será el que equipare al tamaño final que tendrá la preparación. Si el molde es demasiado grande el bizcocho quedará plano porque no se podrá elevar debido a que la superficie que está expuesta al calor será mayor. Lo ideal es utilizar un molde en el cual la preparación alcance la mitad del mismo.
- Los moldes para bizcochos más populares son los que tienen 18 o 24 centímetros de diámetro pero hay que revisar el tiempo de cocción para evitar que el bizcocho salga crudo o se queme el fondo del mismo. Una vez que hayan pasado al menos ¾ del tiempo de cocción para evitar que el bizcocho se desinfle, se debe pinchar el mismo con un cuchillo en el medio. Si el cuchillo sale limpio, el bizcocho ya estará listo para retirar.
Imagen cortesía de Romi (Pixabay.com) En dominio público.