Hola a tod@s.
Aquí estamos de nuevo, con la intención de tentaros con unas galletas diferentes a las que solemos hacer habitualmente. A nosotros nos han gustado y esperamos que a vosotros también os agraden.
Y…..como hace mucho que no os contábamos ningún rollo, aquí lo tenéis:
Aviso: leedlo después de haberos comido las galletas.
La melaza es un producto derivado de la caña de azúcar. Se obtiene prensando mucho el azúcar moreno y evaporando el líquido que se resulta. Su aspecto es muy parecido al de la miel, de color más oscuro y sabor que recuerda un poco al regaliz. Tiene un alto contenido en hidratos de carbono, además aporta vitamina B y minerales como el hierro, cobre y magnesio.
Vamos…que la tenéis que probar. Sacáis las galletitas un día para el café, que seguro que no las han probado antes y es éxito seguro.
Vamos a por ellas.
Acordaos, si no decimos o contrario todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Lo siguiente que os contamos ya os lo sabéis pero…somos así de cansinos, aseguraos de tenerlo todo antes de empezar, que luego se nos queda una caraaaa….
¿Cocinamos? Pues claro.
INGREDIENTES:
– 100 g de azúcar moreno.
– 120 g de azúcar blanquilla.
– 225 g de mantequilla a temperatura ambiente.
– 350 g de harina.
– 1 huevo L.
– 85 g de melaza o miel de caña.
– 1/2 cucharadita de jengibre molido.
– 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada.
– 1 cucharadita de canela molida.
– 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
PREPARACIÓN:
Tamizamos la harina con las especias y el bicarbonato y reservamos.
Batimos el azúcar blanco, el moreno y la mantequilla hasta que estén cremosos. Después añadimos el huevo y cuando lo veamos integrado, añadimos la melaza.
¡¡¡¡¡Noooo, no hace falta que rechupeteéis la cucharilla!!!!
Mezclamos muuuuy bien hasta que todos los ingredientes que hemos añadido estén bien ligados.
Añadimos la harina y vamos amasando hasta tener una masa que no se nos pegue a los dedos. Puede ser que necesitemos más o menos cantidad de harina, por eso es conveniente que no echéis toda la harina de golpe. La dejamos reposar durante media hora en la nevera tapada con film de cocina.
Estiramos la masa entre papeles de horno y vamos cortando nuestras galletas.
Las colocamos separadas en las placas de horno y las volvemos a enfriar unos 20 minutos aproximadamente. Cocemos durante quince o veinte minutos o hasta que las veamos ligeramente doradas. Esperamos a que estén duras y las terminamos de enfriar en una rejilla.
Ahora solo queda una cosa…que las disfrutéis.
Hasta la próxima.